SEPULTADOS ENTRE CABLE DE ALTA TENSION

Por Vamos Mexico | 17:37 Horas |

La ciudad se encuentra sepultada por miles de postes y cables de corriente eléctrica (alta tensión) que pasan a escasos metros de nuestras cabezas, al igual que inmensas torres por donde transita la energía que da vida a nuestros aparatos electrodomésticos, a las máquinas instaladas en las industrias y demás enseres que nos hacen más cómoda la vida citadina, sin embargo, pocos reparan en los efectos de esas instalaciones en la salud de la población.

La electricidad genera campos eléctricos y magnéticos. Los campos eléctricos son generados por el voltaje, mientras que los magnéticos se producen por la corriente. A estos campos se les conoce como campos electromagnéticos.

Existen numerosas evidencias científicas y no científicas sobre los efectos de los campos electromágneticos en seres vivos. Algunos estudios sugieren que pueden causar reacciones negativas en la forma en que las células se reproducen, se comunican y crecen.

Estudios en laboratorio han revelado que los campos electromagnéticos pueden afectar el sistema biológico en el cuerpo de los seres vivos, causando alteración de la función de las células nerviosas, problemas con el sistema inmunológico, incrementando el riesgo de cáncer (leucemia, cáncer en el cerebro y en el pecho, principalmente).

La fuerza de estos campos disminuye con la distancia, por lo que en países desarrollados se habla de una distancia prudente, de principio de precaución y de una actitud de evitar campos electromagnéticos por prudencia.

Sin embargo, en México, se presenta una desmedida siembra de instalaciones eléctricas de alta tensión (subestaciones, plantas eléctricas y líneas de AT) sin pensar si se trata de zonas industriales o habitacionales, sin considerar al entorno, incluyendo a los vecinos, justificando dichas instalaciones con el hecho de no encontrar evidencias que demuestren la relación causa-efecto. Es inaceptable que esperemos la relación causa-efecto como único parámetro de verdad. Esto es una trampa, ya que por tratarse de seres humanos sería una falta de ética.

Sin embargo, algunas investigaciones demuestran la relación de asociación entre campos electromagnéticos y alteraciones biológicas e incluso cáncer.

Es importante mencionar que aún en estudios que dicen que no hay daño, al analizar la investigación nos damos cuenta qu sí existen evidencias de daño, pero estas no alcanzan el parámetro estadísticamente significativo (el número de personas con cáncer no les merece siginificación), pero SI hay casos con cáncer, biológicamente significativo.

Es terrible que la falta de planeación de algunos gobernantes e industriales para encontrar alternativas técnicas que les permitan crecer sin afectar la salud y el patrimonio familiar, puedan estar ocasionando tanto daño a nuestra comunidad.

Lo grave del asunto, es que hay proyectos que contemplan el desplazamiento de comunidades próximas a industrias, es decir, un desalojo de sus casas por diferentes presiones.

El Gobierno e industriales no aceptan el riesgo de salud, pues se afectaría la siembra indiscriminada de instalaciones de alta tensión próximas a zonas habitacionales a la que están acostumbrados en su práctica cotidiana, sin consultar a los ciudadanos.

Empresarios y políticos no tienen el hábito de tomar medidas trascendentales en su práctica política y económica, por lo que prefieren maquillar la realidad.

La experiencia de los vecinos que se oponen a la instalación de torres electromagnéticas es frustrante, pues visitan secretarías en municipios y el Estado, en un peregrinar desgastante, estéril en la mayoría de las ocasiones, en donde los funcionarios se concretan a recibir la información y depositarla en el cesto de la basura.

Es una estrategia para detener, retardar hasta donde sea posible, todo intento por hablar de posibles daños a la salud y al patrimonio familiar. Todo es en vano, pues ellos tienen sus planes y los realizan sin importar lo que las investigaciones científicas señalen o lo que los vecinos piensen.

Cuando existe alguna protesta pacífica de los vecinos afectados por la instalación de las torres de alta tensión, entonces usan la fuerza pública en su contra, pisoteando los más elementales derechos humanos. Si persisten los vecinos en su empeño, buscan los mecanismos jurídicos de intimidación a través del Ministerio Público, para encarcelar a los líderes, por defender su derecho a vivir sanos y en paz, haciendo triunfar al poder económico sobre la razón.

Lo más triste, al parecer casi todos tienen su precio, sin importar su credo político, religioso, ni posición socioeconómica, ¡Ay de aquél que no tenga precio, que sea honesto y que luche realmente por defender los derechos humanos! Ese, será amedrentado, perseguido y amenazado.

Por ello, hace falta la información a la comunidad, desarrollar la investigación y buscar la información nacional e internacional que nos permita proteger la salud de la población en un contexto de desarrollo industrial ordenado. Este es el propósito del presente artículo.

Publicado por la REVISTA GEN-T
Sociedad, Cultura, Salud y Política

Estudios avalados por la Universidad de Oxford

1 comentarios:

  1. Arq. Agustin Serralta

    Es una lamentable realidad, asi como la forma abusiva de los trabajadores de las empresas electricas tratan a quienes somos us clientes. Que bueno que se difundadn estos temas y que la gente se organize para le eliminacion de estos riezgos en zonas urbanas

     


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