La ciudad se encuentra sepultada por miles de postes y cables de corriente eléctrica (alta tensión) que pasan a escasos metros de nuestras cabezas, al igual que inmensas torres por donde transita la energía que da vida a nuestros aparatos electrodomésticos, a las máquinas instaladas en las industrias y demás enseres que nos hacen más cómoda la vida citadina, sin embargo, pocos reparan en los efectos de esas instalaciones en la salud de la población.

La electricidad genera campos eléctricos y magnéticos. Los campos eléctricos son generados por el voltaje, mientras que los magnéticos se producen por la corriente. A estos campos se les conoce como campos electromagnéticos.

Existen numerosas evidencias científicas y no científicas sobre los efectos de los campos electromágneticos en seres vivos. Algunos estudios sugieren que pueden causar reacciones negativas en la forma en que las células se reproducen, se comunican y crecen.

Estudios en laboratorio han revelado que los campos electromagnéticos pueden afectar el sistema biológico en el cuerpo de los seres vivos, causando alteración de la función de las células nerviosas, problemas con el sistema inmunológico, incrementando el riesgo de cáncer (leucemia, cáncer en el cerebro y en el pecho, principalmente).

La fuerza de estos campos disminuye con la distancia, por lo que en países desarrollados se habla de una distancia prudente, de principio de precaución y de una actitud de evitar campos electromagnéticos por prudencia.

Sin embargo, en México, se presenta una desmedida siembra de instalaciones eléctricas de alta tensión (subestaciones, plantas eléctricas y líneas de AT) sin pensar si se trata de zonas industriales o habitacionales, sin considerar al entorno, incluyendo a los vecinos, justificando dichas instalaciones con el hecho de no encontrar evidencias que demuestren la relación causa-efecto. Es inaceptable que esperemos la relación causa-efecto como único parámetro de verdad. Esto es una trampa, ya que por tratarse de seres humanos sería una falta de ética.

Sin embargo, algunas investigaciones demuestran la relación de asociación entre campos electromagnéticos y alteraciones biológicas e incluso cáncer.

Es importante mencionar que aún en estudios que dicen que no hay daño, al analizar la investigación nos damos cuenta qu sí existen evidencias de daño, pero estas no alcanzan el parámetro estadísticamente significativo (el número de personas con cáncer no les merece siginificación), pero SI hay casos con cáncer, biológicamente significativo.

Es terrible que la falta de planeación de algunos gobernantes e industriales para encontrar alternativas técnicas que les permitan crecer sin afectar la salud y el patrimonio familiar, puedan estar ocasionando tanto daño a nuestra comunidad.

Lo grave del asunto, es que hay proyectos que contemplan el desplazamiento de comunidades próximas a industrias, es decir, un desalojo de sus casas por diferentes presiones.

El Gobierno e industriales no aceptan el riesgo de salud, pues se afectaría la siembra indiscriminada de instalaciones de alta tensión próximas a zonas habitacionales a la que están acostumbrados en su práctica cotidiana, sin consultar a los ciudadanos.

Empresarios y políticos no tienen el hábito de tomar medidas trascendentales en su práctica política y económica, por lo que prefieren maquillar la realidad.

La experiencia de los vecinos que se oponen a la instalación de torres electromagnéticas es frustrante, pues visitan secretarías en municipios y el Estado, en un peregrinar desgastante, estéril en la mayoría de las ocasiones, en donde los funcionarios se concretan a recibir la información y depositarla en el cesto de la basura.

Es una estrategia para detener, retardar hasta donde sea posible, todo intento por hablar de posibles daños a la salud y al patrimonio familiar. Todo es en vano, pues ellos tienen sus planes y los realizan sin importar lo que las investigaciones científicas señalen o lo que los vecinos piensen.

Cuando existe alguna protesta pacífica de los vecinos afectados por la instalación de las torres de alta tensión, entonces usan la fuerza pública en su contra, pisoteando los más elementales derechos humanos. Si persisten los vecinos en su empeño, buscan los mecanismos jurídicos de intimidación a través del Ministerio Público, para encarcelar a los líderes, por defender su derecho a vivir sanos y en paz, haciendo triunfar al poder económico sobre la razón.

Lo más triste, al parecer casi todos tienen su precio, sin importar su credo político, religioso, ni posición socioeconómica, ¡Ay de aquél que no tenga precio, que sea honesto y que luche realmente por defender los derechos humanos! Ese, será amedrentado, perseguido y amenazado.

Por ello, hace falta la información a la comunidad, desarrollar la investigación y buscar la información nacional e internacional que nos permita proteger la salud de la población en un contexto de desarrollo industrial ordenado. Este es el propósito del presente artículo.

Publicado por la REVISTA GEN-T
Sociedad, Cultura, Salud y Política

Estudios avalados por la Universidad de Oxford


Berna, 7 de noviembre. Un estudio realizado por la Universidad de Berna llegó a la conclusión de que las torres de alta tensión en las inmediaciones de las viviendas elevan el riesgo de contraer Alzheimer, confirmó hoy la entidad académica. El riesgo afectaría a quienes viven hasta en un radio de 50 metros de la torre.

La investigación se basó en el estudio de 9 mil 200 casos fatales de Alzheimer registrados entre 2000 y 2005. En un 20 por ciento de estos casos, las personas habitaban dentro del radio mencionado.

Cuando las personas viven en las inmediaciones de una torre de alta tensión durante al menos 15 años, el riesgo de sufrir Alzheimer se duplica en relación al resto de la población, señala el estudio.


En cambio, quienes viven entre 50 y 200 metros de distancia del generador no se ven afectados, según la investigación.

Obsequia CFE luz a sus trabajadores

Por Vamos Mexico | 1:54 Horas | comentarios (0)

De la misma forma como ocurría en Luz y Fuerza del Centro, los trabajadores sindicalizados de la Comisión Federal de Electricidad gozan de amplios beneficios adicionales, como el consumo mensual gratuito de energía hasta por 350 kilowatt-horas al mes.


A pesar que Coahuila está lejos de ser una de las entidades más pobladas de la República, la CFE tiene una plantilla de 2 mil 652 trabajadores -314 contratados durante el último año-; con lo que coloca al estado en el sexto puesto entre las entidades con mayor número de trabajadores electricistas.

Las zonas coahuilenses con mayor número de trabajadores de la CFE son Piedras Negras y Torreón, donde se concentran dos terceras partes del personal que labora en esta entidad.

Por subsidiar la luz a sus trabajadores de la CFE en Coahuila, la paraestatal deja de facturar y cobrar más de 22 millones de pesos al año. De acuerdo a un documento que entregó la CFE al Instituto Federal de Acceso a la Información Pública, la paraestatal pide que los trabajadores se ajusten a las normativas que garanticen el correcto uso de la energía eléctrica obsequiada.

Por ejemplo, la electricidad que se dota de manera gratuita no podrá ser revendida ni utilizada por personas que no vivan con el trabajador, ni para usos comerciales y cualesquiera otros que no sean los domésticos.
 
Arturo Estrada
Periodico Vanguardia
22-Noviembre-2009

“La Comisión Federal de Electricidad (CFE), en manos de su director, Alfredo Elías Ayub, está inmersa en la corrupción”, denunció el líder del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Martín Esparza.

Aseveró que “el funcionario ha favorecido de manera ilícita a empresas trasnacionales del sector, como Techint, por medio de adjudicaciones de contratos”, y ahora prepara el terreno para que esta compañía opere servicios que ofrecía Luz y Fuerza del Centro (LFC), por lo cual “se va a llevar una buena tajada”.

Advirtió que la llegada de trasnacionales y otras firmas privadas a la prestación de servicios que ofrecía LFC afectará a los usuarios de tal forma, que habrá un “vendaval de aumentos a las tarifas de la luz”, y quienes antes pagaban un promedio de 300 pesos bimestrales “ahora pagarán 900”.

Esparza encabezó ayer un mitin frente a las oficinas centrales de Techint en la zona de Santa Fe, donde, acompañado por decenas de trabajadores y desde un improvisado templete arriba de un vehículo, informó sobre la serie de “anomalías” en que ha incurrido esta empresa con ayuda del director de la CFE.

Agregó que, por ejemplo, Elías Ayub ayudó a Techint a comprar la firma Tamsa en 70 millones de dólares, cuando su valor era de 800 millones.

Además, mientras esta empresa opera la estación Petacalco, la cual trabaja a 16 por ciento de su capacidad, el gobierno le paga como si produjera ciento por ciento, “gracias a una mochada, un arreglo económico con el funcionario”.

El dirigente señaló que el director de la CFE incluso ya reunió a los inversionistas de Techint con el presidente Felipe Calderón y amarró que la trasnacional opere varios servicios que prestaba Luz y Fuerza.

Lo anterior, además de una violación a la Constitución, se traducirá en aumentos para los usuarios domésticos, ya que esa empresa infla los costos.

“Una familia que pagaba en promedio 300 pesos de luz al bimestre, en adelante pagará 900 pesos. Esto es lo que se avecina, ése es el fondo de la extinción de LFC”, apuntó.

“El país no es del presidente Felipe Calderón. No puede hacer lo que quiera con esta nación. Está ahí para administrarla, pero la está malbaratando a las trasnacionales, quiere terminar de privatizar lo poco que quedaba de empresas públicas. Quiere dejar en las manos de unos cuantos el patrimonio nacional”, sostuvo.

Añadió que se han dado permisos de generación de electricidad a diestra y siniestra, para lo cual a los funcionarios no les importa poner a disposición de capitales extranjeros la infraestructura eléctrica que se levantó y construyó con dinero del pueblo.

A los propósitos gubernamentales, apuntó Esparza, está ayudando Alejandro Muñoz –líder de la oposición del SME–, a quien calificó del “peor traicionero que ha tenido el gremio” en toda su historia.

Señaló que Muñoz no sólo desconoce 100 años de lucha de la organización, sino que, al igual que los secretarios del Trabajo y de Gobernación, “apuró a los electricistas a que se liquidaran” y les está ofreciendo “la zanahoria” de que van a ser contratados en empresas que van a formar integrantes de su corriente.

Indicó que Jorge Sánchez, ex secretario del SME, es quien opera la formación de empresas “terciarias” para vender servicios a la CFE con trabajadores de Luz y Fuerza.

Demandó no olvidar que fue Sánchez quien permitió y avaló la modificación de la Ley del Servicio de Energía Eléctrica cuando era presidente Carlos Salinas de Gortarí.

En el mitin frente al edificio Actinver, que aloja las oficinas de Techint, el líder del SME también planteó denunciar a escala internacional la “corrupción” de Elías Ayub, “pues son innumerables y millonarios los negocios ilícitos que se amparan bajo la firma de este funcionario”.

Llamó a investigar 772 permisos otorgados a trasnacionales del sector de la energía eléctrica en el presente sexenio y en el de Vicente Fox –los cuales fueron a 20 años–, que dejan utilidades por cerca de 750 millones de dólares anuales a empresas como Repsol, Iberdrola, la propia Techint y muchas otras a las cuales se les permite generar electricidad con gas traído de Perú, que aun cuando es muy barato, lo cotizan aquí al precio internacional de Texas y así se les paga, “con cargo al pueblo”.

Patricia Muñoz Ríos


Periódico La Jornada

Jueves 19 de noviembre de 2009, p. 8


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